"Este es un espacio para la reflexión y el crecimiento personal en el que esperamos reconocer aquello que hace daño a nuestra vida y no deshumaniza"
De esta forma el catequista acompañante Alejandro Simbaqueba daba inicio al encuentro para los niños de grado 4º del colegio Juana Escobar.
En verdad, esta experiencia fue del agrado de los niños y de la docente acompañante, quien expreso "esta es una oportunidad que deberían tener todos los niños de nuestra institución, y un valioso aporte para el proceso formativo de estos niños"
Teniendo el referente de la parábola del sembrador, los alumnos de esta institución pudieron reconocer el valor de si mismos, el de las enseñanzas de quienes están a cargo de su formación, y la necesidad de afrontar y superar los obstáculos que se les presentan a diario en sus vidas.
Estos niños se despidieron con actitud alegre y agradecida, pues lo brindado en la convivencia fue una oportunidad para recapacitar y retomar su camino con ánimo y deseos de superación.
Dios bendiga a estos niños y a sus profesores, quienes dan lo mejor de si para educarlos y convertirlos en humanizadores de la sociedad.
Gracias y éxitos.
Gracias y éxitos.
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